Hasta que uno lee que se trata de una producción iraní, que los científicos privados de su libertad son en el juego físicos nucleares de ese país, y que los secuestradores son norteamericanos.

El título es Operación Especial 85: rescate de rehenes, fue encargado por la Unión de Estudiantes Islámicos.
Fue hecho por la empresa Isfahán, y costó 23 mil euros, llevó dos años y medio de trabajo.
Fuente: elpaís.es, de donde tomé la cita.Pero hay también un mensaje político. Una vez secuestrados, Said y Maryam son trasladados a Israel, donde llegan a ver a los cuatro diplomáticos iraníes que las falanges libanesas tomaron como prisioneros hace 25 años durante la guerra civil en su país. El juego acusa a Israel de mantener detenidos a sus cuatro ciudadanos que, según Irán, aún siguen vivos, algo que nunca ha sido confirmado de forma oficial. Hace apenas dos semanas, varios portavoces iraníes han recordado su memoria y asegurado que trabajan para liberarlos.
Naserí, un miembro de las fuerzas especiales, va superando etapas a la vez que el jugador sube de nivel. Los cuatro últimos, los más difíciles para el jugador y más peligrosos para el agente, transcurren en Israel. Lógicamente, para avanzar, el superagente tiene que matar a soldados estadounidenses e israelíes. Aún así, Fakhrian aseguró que el juego "no promociona la violencia o el terrorismo". "Al liberar a los rehenes iraníes, promovemos los valores de entrega y de defensa de nuestro país", afirmó.
Hay unas imágenes por acá y también aquí.
Pueden ver un video de la presentación en esta página alemana haciendo clic sobre la lupa se ve más grande.
El título no es nada del otro mundo, es básico y su única novedad es que trata de pagarles a los norteamericanos con su propia moneda propaganda política en un juego de video.