La idea es mandar el flujo de video ya procesado en servidores externos, lejanos al jugador, al dispositivo que este usa.
Los cálculos que el juego requiera se hacen en máquinas diferentes a la que usa el jugador.
En techcrunch.com muestran esta idea usando un teléfono celular Omnia de Samsung, (pantalla de 3,2 pulgadas en 240 x 400 píxeles que usa Windows Mobile).
Desde el navegador web se juega, sin instalar nada, usan un controlador de Xbox inalámbrico.
El video que muestra esto esta en youtube.com.
Esto es parte de las inciativas de una empresa californiana llamada Otoy.
Su presidente dice que las limitantes son dos, ancho de banda y poder de cálculo en los servidores, cuenta que se pueden generar 220 cuadros por segundo y que el retardo, (lag en la jerga), puede variar de 12 a 17 milisegundos para gente en la costa oeste de EEUU, donde él está; a 100 ms en Japón.
Fuentes: techcrunch.com, acá y aquí; y gizmodo.com.