Fui a verla antes que la quiten más por ganas de ir al cine que por creer que iba a ver algo muy bueno. Tuve razón.
La idea detrás de todo me gustaba, en algún futuro la genética avanza para permitir que nadie envejezca más allá de los 25 años, los que tienen plata pueden vivir por siempre.
El tema es que la moneda es el tiempo.
La gente paga con minutos u horas, una comida, un auto, o el peaje en la autopista y cobra por su trabajo.
Los ricos viven en una zona segura, con todo el lujo, la plebe vive trabajando día a día para ganar tiempo de vida que le permita pasar cada jornada. La gente muere en las calles si se queda sin tiempo.
Cada persona tiene un reloj en el antebrazo que mide lo que le resta de vida en años, días, horas , minutos y segundo. Cuando este queda en cero la persona muere.
Las transferencia temporales de una persona a otra se hacen simplemente dando la mano.
Me agradó la estética del filme , sospecho que filmado en Los Ángeles muestra una ciudad distinta de autopistas muy vacías.
Los autos son como setentosos los policiales son pintados de negro mate con cromados parecidos a una vieja coupé Chevy.
La iluminación me gustó era original, a veces los exteriores eran fríos como no alumbrados por el sol sin por luz fluorescente que cubre todo de un dejo azulado.
Los ricos son lánguidos e insensibles, los trabajadores viven al borde del colapso. Hay una policía temporal que es como una Gestapo.
Lo más indigerible del filme me resultó el argumento. Con muchos agujeros.
No hallé una justificación entre el avance en la genética que deja congelada a las personas a los 25 años, y el que la moneda para todo sea el tiempo.
Hay situaciones muy inverosímiles aun en ese mundo de fantasía, ¿dónde se vio que un banco tenga una bóveda con puerta blindada circular de 2 metros de diámetro abierta frente a un ventanal en la planta baja ?
Hacen ver como que amenazar a un millonario rodeado de una decenas de guardaespaldas es una pavada.
No voy a comentar la escena de un auto huyendo de otro marcha atrás , cuando el segundo que viene andando bien, de frente no puede sobrepasarlo pues es demasiado.
Los actores protagonistas zafan sin emocionar. En el medio la sentí un poco lenta.
Con un buen argumento la premisa daba para más.
El final me pareció flojo. Una pena que luego de Lord of War, Andrew Niccol haya hecho esto, ni le llega a los talones a la otra, aunque técnicamente me agradó.
Le doy
5,5 yenes.