Había leído buenos comentarios sobre ella y como solo lo han realizado hasta ahora son seis episodios, me puse a verla. No quiero algo que se extienda mucho.
En los primeros quince minutos me dio toda la sensación de que la iba a disfrutar, es que el inicio es muy atrapante.
La cámara sigue sólo al protagonista, David Budd, un ex-soldado británico que es parte de un servicio secreto.
El tipo es astuto y eficiente.
Pero lo más interesante es que hay algo más contra lo que lucha, y no es evidente, al menos en el primer episodio. Con el correr de la trama se va revelando
Además su vida familiar no es lo que él quisiera, está separado y tiene dos hijos chicos, su exmujer lo tolera nomás, pero no lo quiere.
Lo que pasa en los primeros 20 minutos de episodio inicial lo llevan a que lo trasladen, lo asciendan, a cuidar al Ministro del Interior británico. En este caso es una mujer, Julia Montague, una política conservadora que está en su apogeo de exposición y poder, y como los de su ideología, es agresiva en temas militares, espiar a la población y vulnerar derechos ciudadanos en nombre de la seguridad.
El primer episodio no concluye la historia, por el contrario, solo plantea el inicio de la relación entre los dos protagonistas. Están interpretados por Richard Madden y Keeley Hawes, a los que no conocía.
Me agradó la dirección placentera, con desplazamientos de cámaras que nunca molestan, y la iluminación; también el ambiente británico y los entornos le dan un toque diferente que valoro ya cansado de que todo pase en EE. UU.
Me dio las sensación de ser más un drama que un policial, aunque hay un poco de lo segundo.
Me entretuvo y me dejó con ganas de ver más, a ver si cae en situaciones ya vistas o si tiene la osadía de ser original.
Para mí el primer episodio merece 8 yenes.
La hallé en buena calidad, pero con subtítulos en inglés por acá.
