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En un enorme y majestuoso crucero con cientos de camarotes y 20 pisos el viaje se desarrolla normalmente.
Están en plena fiesta de festejo de año nuevo, pero mientras una cantante (intepretada por la cantante de Black Eyed Peas, Stacy Ferguson) los entretiene, el mar les va a aguar, literalmente, la fiesta.
De repente todos los que sobreviven quedan atrapados en el barco y no pueden salir, el capitán decide quedarse con los tripulantes y pasajeros aguantando en el enorme salón de baile hasta que llegue la ayuda, un grupo de pasajeros no cree eso seguro y buscará su propia vía de escape.
De esa forma conocemos a los protagonistas, un jugador profesional de cartas (Josh Lucas), un adinerado ex-alcalde de Nueva York ( interpretado por Kurt Russel) , su hija (Emmy Rossum) y su novio, un hombre a punto de suicidarse (Richard Dreyfuss), una madre sola y su hijo de unos 5 años, una chica que viaja de polizón (representada por la argentina Mía Maestro, pueden recordarla de hacer de hermana de Sidney Bristow en Alias).

Básicamente la trama gira alrededor de las peripecias de este grupo para salvarse. Y resulta une película de suspenso sin mayores atractivos.
Entretiene pues siempre hay algún peligro al acecho y la situación no mejora con el paso del tiempo.
Los efectos del hundimiento y las inundaciones hacen que se disfrute más en el cine, donde los efectos especiales lucen más.
Dos escenas particularmente me agradaron, la inicial con la cámara que gira alrededor del barco y del protagonista, para mostrar la enormidad del buque, y se desplaza de forma al que no puede haber sido hecha con un helicóptero.
Y la del respiradero que da una sensación de encierro y desesperación intensa.
Pero no hubiera pagado los $11 de una entrada normal para verla.
El director es Wolfgang Petersen, que sí tiene una pelicula acúatica muy superior y la mejor de submarinos que yo haya visto, Das Boat, (no estoy seguro que el título en Argentina haya sido El submarino), que relata la experiencia en un sumergible alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
Le doy 6 yenes.
Hay algunas cosas que me parecieron muy poco reales, seleccionen si no les molesta que les cuente detalles de la trama, que pueden arruinar la emoción en caso que la miren.
Con el barco dado vuelta, esto es, su casco fuera del agua, hay muchísimas luces prendidas, todo el camino de los supervivientes está iluminado, hasta su paso por los tanques de lastre, que tienen ¡¡¡luz interior!!!
¡¡Los únicos que sobreviven en la discoteca son los novios!!! (De esta me avivó Pop).
Hay demasiadas explosiones, si algo se va inundando no creo que reviente tanto.
La muerte de quien acciona los controles me pareció irreal, estimo que alguien intentaría volver a la superficie aunque sepa que no llega y no se quedaría sumergido entre convulsiones sin intentarlo.
El sitio oficial del filme, en español por acá.