Como la levantaban hoy, me hice un hueco y la fui a ver.
La ciudad de El Muro recibe el nombre por estar vecina a una pared que separa la inglaterra de 1800 de un reino mágico llamado Stormhold. Nadie puede cruzar.
Tristán un joven humilde y de buen corazón está flechado por la bonita del pueblo, la cual lo hace sufrir y sólo le promete considerarlo como candidato si en unos pocos días él le trae algún resto de una estrella fugaz que cae una noche mientras están juntos.
Para eso hay que cruzar el muro, y meterse en el territorio prohibido, tanto desea Tristan a la rubia malcriada Victoria (la bonita Sienna Miller), que va por su trofeo sin importarle los riesgos que pueda correr.
En el reino mágico las cosas cambian , la estrella es otra rubia llamada Yvaine, (Claire Danes), que es muy importante para determinar quien de 7 hijos del maligno rey hereda el trono de Stormhold, además un trío de poderosas brujas hermanas necesitan su corazón.
La estrella fugaz recién caída:
Tristan localiza a Yvaine primero, ya que su madre, le dejó una vela de Babilonia que al encenderla teletransporta al que la lleve al lugar que piense, sobre el regreso de Tristan e Yvaine a El Muro trata el filme.
En ese viaje los protatonistas van a recorrer muchos caminos en medio de hermosos paisajes, me encantó la dirección, enormes panorámicas con la cámara quieta, como flotando, sin sacudones, grandes giros y desplazamientos con muchas tomas en helicóptero, colinas verdes, grandes lagos, precipicios, caminos serpenteantes recorridos a todo galope. Voy a tratar de recordar el nombre del director Matthew Vaughn.
El navío volador del capitán Shakespeare:
Además de los entornos, estéticamente está muy bien, no ahorraron, la ropa se diferencia por clases sociales, los actores de repartos son aparatosos y caricaturescos, con caras inglesas, (o sea, feos).
El filme no es un drama, sino una producción de aventuras y fantasía, para todo público, y para mí bien lograda.
Tiene lo que género hace esperar y justifica, un unicornio, un trío de brujas malas, un navío volador y marineros que cazan relámpagos para luego venderlos, sogas mágicas que atan aunque se corten, gente convertida en animales y al revés, fantasmas que esperan que haya un heredero al trono y siguen la acción.
Por cierto en las 2 horas 10 minutos que dura, siempre pasa algo, y en general atrapa, pues la realización no mezquinó en costos y la trama es variada.
Sí, sí, sigue los cánones del género y algunas cosas son cantadas, no se atrevieron a romper esquemas, pero a pesar de todo está muy bien.
Tiene detalles que me sorprendieron, la bruja principal encarnada por Michelle Peiffer, en pocos momentos aparece radiante y bella, sino que la mayor parte del filme va envejeciendo a saltos y como una anciana fea , calva y cruel.
Victoria que es un personaje secundario es bastante más bonita que Yvaine, está bueno que la protagonista no sea siempre la más bella del filme.
La mejor película de fantasía que recuerdo desde Laberinto, ( excluyendo las de El Señor de los Anillos, que no he visto). Le doy 7,5 yenes.
El castillo de las brujas tiene jaulas:
