Este es un género que me agrada y poco habitual en nuestro país.

Me gustó que todo pase en Mar del Plata y los alrededores
Lo mejor de la película es el argumento.
Es complejo cuenta más de una historia y tiene toques de realismo.
Los policías tienen bandos, hay conspiraciones y peleas entre integrantes de la fuerza, no todos están del mismo lado, algunos tienen negocios sucios que tapar y otros sólo se quieren cuidar el traste.
El personaje de Gustavo Garzón , el Vasco Bilbao, comisario, me pareció creible pues tiene historia.
Se hizo conocido al capturar a un asesino hace años, pero luego un gran drama golpeó a su vida, y ahí se vino abajo. Ahora solo existe.
Ese no tener nada que perder le va a dejar ir más lejos que lo normal en la investigación, la interpretación de Garzón me pareció muy aceptable.
Un toque fantástico se aprecia cuando aparece un vidente que parece serlo realmente y tiene visiones sobre los crímenes.
El lenguaje es bastante crudo y realista, con muchos insultos y malas palabras.
Alguien está matando prostitutas y las deja en descampados.
Cada vez más mutiladas.
Bilbao tiene el caso.

En algún avance engañan un poco, el filme que yo vi no se regodea en la sensualidad del mundo del cabaret, hay alguna escena del mismo que no recuerdo en el producto final.
Tampoco el director muestra mucha crueldad, a pesar que podría pues el asesino no solo mata sino que mutila y se ensaña.
Otra cosa que me agradó es que no hay modelos, la gente tiene cara de gente (es fea), y eso lo hace creíble.
En el mundo de la noche y prostitución las mujeres no son excitantes, es más hay algunas que impresionan por su grado de decadencia estética. Victoria Carreras está irreconocible por lo afeada.
Valentina Bassi tampoco es ninguna bomba sensual.
Lo que menos me gustó fue la dirección. Es como si Gonzalo Calzada, el director, nos recordara a cada instante que tiene la cámara al hombro. En planos normales y sin necesidad mueve la imagen, poco pero molesto, y hay una persecución en el puerto totalmente arruinada por las sacudidas.
Hay algunas escenas, pocas, que me resultaron demasiado oscuras, como si le faltara luz de ambiente.
El sonido me resultó pobre, en parte se siente claro y nítido y en partes hay cosas secundarias de fondo o dichas más lejos o rápido que cuesta entenderlas. Alguna vez sentí que la música tapaba los diálogos.
También le critico al director que el final es demasiado abrupto, explican cosas importantes con una frase, y me resultó un tanto confuso.
Me hubiera gustado poder rebobinar para ver y escuchar bien.
Los títulos están al final y son bien personales, diferentes, simulando titulares de diarios.
A pesar de todo me pareció un producto digno, y celebro que hagan policiales de este estilo en nuestro país.
Además este tiene un ritmo tal que mantiene el interés.
No es un filme de acción es más un policial con un poco de suspenso, tampoco es una superproducción y para mí es meritorio que hagan algo interesante sin pilas de plata.
El final me agradó bastante pues me sorprendió, tiene cosas originales.
Creo que no es para cine sino que se disfrutaría más en un medio que permita parar, rebobinar, subir el volumen.
Para mí merece 7 yenes más que nada por el guión, el final y la interpretación de Garzón.