En agosto del 2004 le pasó lago raro en el local de Wal Mart en La Plata.
“Hacía un año que entraba al predio, donde todo el mundo me conocía y apreciaba. Como de costumbre comencé a bajar la carga. Justo ese día había de visita dos personas de Estados Unidos, vestidas de traje. El recepcionista que esperaba la mercadería me dijo en broma: Dale Bin Laden, entrala. Yo seguí descargando como lo hacía siempre. Cuando terminé pasé a buscar las boletas por la oficina, donde la jefa de Planta me pidió que espere; lo que me sorprendió porque siempre me las daban en el momento. Mientras tanto, estas dos personas no dejaban de mirarme, desde lejos. Cuando se retiraron, la jefa de Planta me dijo que no podía entrar más. Pensé que era una broma y empecé a reírme, pero le pregunté el motivo. Le estoy hablando en serio, usted no puede entrar más al establecimiento, me aseguró”.
El 15 de agosto pasado quiso pasar de nuevo, “Pero en la portería me volvieron a decir que tenía la entrada prohibida. Me tuve que volver con la carga”, dijo al diario Hoy.
El camionero con sus abogados ha presentado una denuncia en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 1 de La Plata.
La nota original firmada por Esteban M. Trebucq, en el diario Hoy, por acá.
Parece que para las empresas del imperio parecerse a alguien lo hace indeseable.
Es una estupidez sin asidero, pero en este caso por más que alguien fuese el gemelo de Bin Laden no merece que los actos del lider de Al Qaeda influyan en como se lo trata.
Para colmo de la estrechez mental en este caso además ni siquiera son muy parecidos, lo que tienen en común es que usan barba larga.

En el delirio sin sentido de la gente de Walmart sólo se me ocurre pensar que desprecian al camionero por portación de barba.

¡Es increíble que estos tipos se la den de paladines de la democracia y defensores de la libertad!
¡Cómo extraño El Hogar Obrero!
Fuente: lanación.com, de donde tomé la foto del camionero quilmeño.