
Ya lo había visto en silla de ruedas, parece que lo afecta una enfermedad neurológica que le impide moverse.
Ahora leo, la mala noticia en la que se cuenta que Roberto Fontanarrosa, el padre de Inodoro Pereyra, deja de dibujar.
Sus historietas en Clarín van a seguir saliendo pero con dibujos de otros, Crist, y Oscar Sosa van a reemplarlo en la imagen. Él va a seguir con los textos.
En una nota en Olé dijo:
Una pena que esté sufriendo con todo lo que nos hizo sonreir, esperemos que su abandono para dibujar sea pasajero y que mejore su salud.-El domingo último, en la revista Viva, te despediste como dibujante debido a las dificultades que te provoca el trabajo. ¿Cómo lo tomaste?
-Estoy mejor de lo que pensaba que podía estar al decidir dejar de dibujar. Fue un proceso de transición en el que llegué a un punto que debí decir: "Esto ya no va". No puedo, desde el punto de vista profesional, mandar a publicar un dibujo así. Además, me generaba un esfuerzo físico y una tensión enormes. Me llevaba muchísimo tiempo y lograba un resultado pobre. Llegué a la conclusión de que esto es lo que hay...
-Ahora trabajás en colaboración.
-Sigo con las ideas, que siempre han sido el fuerte mío. Llamé al Negro Crist, un gran amigo, para que me hiciera algunas cosas. El me consiguió a un dibujante cordobés, Oscar Salas, que va a hacer Inodoro Pereyra. Todavía no he sentido el golpe de esta decisión y por ahí no lo sienta.
-Será raro ver a Inodoro con otro trazo.
-No pretendo que sea una copia exacta de lo mío, como ha pasado con todos los personajes de Disney o como los de Dante Quinterno, ya que él no fue el único que dibujó a Patoruzú. Vi los trabajos de este muchacho y lo hace bien. Claro que me resultará extraño. Pero, repito, las cosas son así y es al pedo quejarse o lamentarse. Por otro lado, no abandono la idea de que, tal vez, el día de mañana pueda volver a dibujar. Por ahora no se puede. Como no sé cuánto puede durar esto, entonces recurro a los amigos.